Este primero de mayo del 2008 es otro día histórico con más de 200 ciudades marchando en las calles exigiendo justicia y dignidad.
El primero de Mayo, Día Internacional del Trabajador, nació en los Estados Unidos—en 1886—con la lucha de trabajadores exigiendo 8 horas de trabajo. En 1886 en Milwaukee, inmigrantes polacos, como trabajadores en Chicago, salieron en huelga a protestar a favor de ocho horas de trabajo y fueron acribillados. Hoy, compañeros del Faith Community for Worker Justice, recreando esa histórica marcha de trabajadores inmigrantes se han integrado a esta marcha.
Y en esa misma tradición, afirmando la dignidad mundial de todo trabajador, me siento orgullosa al estar aquí con ustedes, en Milwaukee, la tercera marcha estatal del primero de Mayo, para mandar un mensaje a los políticos, el publico, y el mundo, de que no hemos parado de luchar.
Estamos aquí para decirle al Presidente Bush:
No estamos conformes con su plan de redadas, detenciones, y criminalización del trabajador para el beneficio económico de las compañías privadas de detención y militarización en la frontera.
No estamos conformes con su propuesta de crear una esclavitud moderna con visas temporales de trabajo, sin derecho a la ciudadanía, el voto, sin derechos laborales, ni seguridad.
Como trabajadores ciudadanos, no estamos conformes con está política de racismo.
Estamos aquí para demostrar que el plan estratégico del Departamento de Seguridad Nacional, publicado por la administración del Presidente Bush, conocido por el nombre Endgame, el cual anunciaba su plan de redadas y detenciones masivas del 2003-2012, no contaba con una tradición de resistencia – muy americana – basado en la lucha, sangre y sudor, de grupos oprimidos de hacer su dignidad como seres humanos reconocidos enfrente de leyes injustas como la esclavitud, la segregación, el derecho de voto, y el derecho a la ciudadanía.
Endgame no contaba que en el 2006 saldríamos en números masivos para poner un alto a la criminalizacion de los niños, trabajadores, y personas de conciencia con la propuesta de Sensenbrenner.
Endgame no contaba con el valor del inmigrante a ser un símbolo de resistencia enfrente a la deportación; testigos de la inhumanidad de las deportaciones.
No contaba con el compromiso de las iglesias dispuestas a enfrentar cargos criminales por apoyar familias enfrentando la deportación.
No contaba con la solidaridad de la raza afro-americana, que tan valiosamente ha luchado en contra leyes que negaron sus propia humanidad.
No contaba con la solidaridad de otros grupos étnicos, nativo americanos, y la solidaridad de anglo-saxones, ellos mismos una mezcla de inmigrantes con diversas experiencias al llegar a esta nación.
Este primero de Mayo, tenemos un mensaje para los tres candidatos presidenciales:
No venimos a esta marcha como Demócrata o Republicano, venimos a esta marcha exigiendo un compromiso fuerte de todos los candidatos de pasar una reforma justa y digna para los 12 millones de trabajadores y sus familiares que contribuyen a la fuerza económica de este país y de sus países de origen.
Exigimos un presidente que no usará al inmigrante como chivo expiatorio, para distraer el país de la guerra en Irak que cuesta $341.4 millones por día.
Esta en nuestras propias manos nuestro futuro, si seremos una raza esclavizada, perseguido como un criminal, trabajando debajo de condiciones aun más explotativas o una raza libre. Me da orgullo estar parada hoy con hombres y mujeres libres. La lucha es fuerte, pero la dignidad del ser humano es aun más fuerte.