El Camino Hacia la Ciudadanía Debe Comenzar Poniendo Fin a las Deportaciones
Respuesta a las propuestas de reforma federal de inmigración:
En respuesta tanto al discurso del Presidente el martes, como a la red bipartidista del Senado para la reforma migratoria, Christine Neumann-Ortiz, directora ejecutiva de Voces emitió la siguiente declaración:
“Tanto el liderazgo del presidente, como los esfuerzos bipartidistas para crear un camino hacia la ciudadanía para los Nuevos Americanos, representan un punto de inflexión en este movimiento, con una nueva razón para la esperanza. Sin embargo, para hacer realidad esta reforma largamente esperada, la nueva legislación debe proporcionar una ruta viable para la ciudadanía:
— Un camino hacia la ciudadanía debe ser sencillo, amplio y asequible para los 11 millones de aspirantes a ciudadanos de los EE.UU. Las limitaciones para el empleo de las cuales se hace referencia en los principios introducidos, amenazan con excluir un número importante de trabajadores – como jornaleros, trabajadores de agencias temporales, trabajadores pagados en efectivo en los restaurantes, jardineros y muchos más, así como padres o madres que se quedan en casa.
Las multas no pueden ser tan fuertes que lasfamilias de bajos ingresos no puedan pagar el proceso y el proceso no debería ser tan engorroso que los trabajadores con “periodo de prueba” tengan la necesidad de aplicar dos veces.
No hay que hacer el camino a la ciudadanía condicionada al aumento de la vigilancia fronteriza, cuando ya tenemos cifras de migración en récord bajo y políticas policivas crueles que sólo han llevado a una crisis de derechos humanos en la frontera.
— El presidente no puede proponer una legislación para crear nuevos ciudadanos y al mismo tiempo, deportar a un ritmo récord a quienes afirma querer legalizar. Cada día que pasa, 1.000 familias son separadas de sus seres queridos y enfrentan dificultades económicas y trauma emocional – especialmente los niños.
— Cualquier sistema de flujo futuro debe garantizar protecciones fuertes a los derechos de los trabajadores, independientemente de su estatus migratorio, de modo que empleadores abusivos no puedan utilizar la mano de obra inmigrante como mano de obra barata o como medio de represalia y socavar los salarios y las condiciones de todos los trabajadores en los EE.UU.
Sabemos que se puede hacer.
Estamos emocionados de trabajar en apoyo a un proyecto de ley que se elevará al nivel de los principios e ideales de nuestra nación. Pero para que una solución legislativa mantenga a las familias unidas, tenemos que hacerla mejor”.
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